El útero es como un centro de conciencia profundo y orgánico que opera en múltiples niveles físicos, mentales, emocionales y energéticos.

El útero, como centro de conciencia, representa nuestro fundamento del poder personal. Cuando el útero es energéticamente saludable y fuerte, esto se refleja en nosotros directamente a través de nuestra salud física y particularmente la salud de nuestros órganos sexuales y las estructuras emocionales profundas de la pelvis, incluido el Psoas (conocido como el músculo del alma).

La energía del útero clara y saludable contribuye a un profundo sentido de conexión, el útero representa el siguiente paso vital para nosotros: el  sentimiento de profunda seguridad emocional y de arraigo en nuestra vida cotidiana. El útero curado y competitivo contiene nuestras energías sexuales divinamente equilibradas, que también son la fuente de nuestra creatividad e inspiración. El útero es la clave para nuestra capacidad de experimentar niveles más profundos de bienestar personal en nuestros cuerpos y vidas.

Sin embargo, el problema es que muchas de nosotras estamos desconectadas de este centro de poder fundamental. Las razones para esto son múltiples, pero una de las  más fundamentales es que el útero ha sufrido múltiples niveles de heridas a nivel individual, histórico y colectivo. Esta herida nos ha llevado a mantener un trauma incrustado en nuestra energía del útero, y a nivel psicológico, la definición misma de trauma es que es un evento que nos lleva más allá de nuestra capacidad para hacerle frente.  Algunos de esos traumas en el útero incluyen: violencia y abuso sexual, o sexualidad distorsionada y sin amor, parto difícil, aborto, aborto espontáneo y el dolor y trauma del útero resultante .

Nuestros úteros también tienen traumas recordados histórica y colectivamente, debido al hecho de que cada uno de nosotros se sienta en el útero físico de nuestra madre durante 9 meses, tiempo durante el cual estamos recibiendo e imprimiendo la energía de su trauma en el útero y, a su vez, el trauma de ella, madre y abuela. Como esto ha sucedido de generación en generación a lo largo de nuestro linaje ancestral, finalmente estamos codificando capas de trauma histórico.

El útero comienza a sanar cuando tenemos una clara intención de sanar los traumas que él tiene en los niveles físico, emocional, mental y energético. Necesitamos comprometernos firmemente para llegar a esta parte profunda de nosotros mismos, por incómodo que pueda ser ese viaje.

Nuestro cuerpo no actúa de manera independiente. Cada enfermedad aparece a causa de una creencia, una emoción no gestionada o una memoria compartida de nuestros ancestros. De aquí nace la motivación de crear un espacio para SANAR NUESTRO ÚTERO, te invitamos a nuestro taller vivencial: ÚTERO mi primer hogar, un espacio de reencuentro, inspiración y sanación.

Para mas información haz click en el enlace:

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeNVl_d7Mz2SdproZz279FtcLZAjOSTbAjsIBFPZM4_ymTF2w/viewform

Fuente texto: https://www.sacredwomanawakening.com

Imagen: por Vecteezy